
Bronceado saludable, ¿cómo conseguirlo?
El sol es uno de los principales enemigos de la piel, pues puede provocar daños en ella irreversibles. Es por ello, que saber cómo tener un bronceado saludable, es fundamental para cuidar de nuestra piel.
Desgraciadamente, muchas personas no le han dado importancia, y los resultados han sido quemaduras, manchas, cáncer de piel y otras afecciones graves. Te contamos cómo puedes broncearte evitando todos estos riesgos.
Cómo actúa el sol en la piel
La piel y sol tienen una relación especial, ya que este astro influye en ella de forma directa. Una de las formas es la creación de vitamina D, que es muy importante para los huesos y no se puede obtener el nivel necesario a través de la alimentación.
Por otro lado, el sol aumenta la producción de melanina, la cual actúa como protección contra los rayos del sol. Cuando la piel se expone al sol, ésta se oscurece debido a la melanina, aunque según las células llegan a la superficie de la piel, se caen y el bronceado desaparece.
Por tanto, la exposición solar es beneficiosa para la piel, siempre y cuando se haga en su justa medida. Si se excede o no se hace un bronceado saludable, los rayos UV dañarían las células de la piel, o incluso las matarían, lo cual provoca quemaduras y otros daños. Entre ellos, la exposición solar excesiva es una de las principales causas de cáncer de piel en el mundo, de ahí la importancia de tener a mano unos consejos para conseguir un bronceado saludable.
Cómo lograr un bronceado saludable
No podemos evitarlo, cuando llega el buen tiempo ya estamos pensando en cómo ponernos morenos para lucir una piel bonita. No obstante, si queremos evitar daños, es importante que sigamos una serie de consejos que te damos a continuación:
Tiempo máximo de exposición
La exposición directa al sol nunca debería rebasar los 30 minutos al día y, además, siempre debería hacerse entre las 12 y las 16 horas que es cuando los rayos del sol son menos intensos. Esas largas jornadas en la playa no son recomendables.
Y cuando hablamos de exposición directa, no solo nos referimos a cuando estamos tumbados tomando el sol, sino también cuando estamos dentro del agua.
La crema solar, siempre
Hay quienes creen que si usan crema solar se pondrán menos morenos o tardarán más en lograr el resultado deseado. Nada más lejos de la realidad, ya que la crema con protección solar permite que la piel se broncee en vez de quemarse.
Hay que tener en cuenta que en las primeras exposiciones del año la piel es más sensible, por lo que deberemos escoger un factor más alto. Es importante que siempre usemos entre 30 y 50 durante todo el verano y que no bajemos de un 15 durante el resto del año.
Especialistas médicos afirman que la piel coge un tono más uniforme y dorado cuando se usa este producto, ya que la síntesis de la melanina sucede de forma más gradual.
Para que mantenga el efecto durante todo el día hay que aplicarla cada dos horas. Mucho mejor si compras una resistente al agua que también te proteja mientras te bañas.
La clave para un bronceado saludable: ¡No te quemes!
No te expongas más de lo necesario y sin protección o el único efecto que conseguirás será una piel quemada de color rojo. La piel quemada no se broncea, por lo que tu objetivo no será alcanzado. Para un bronceado saludable hay que evitar por todos los medios posibles quemar la piel, pues no se conseguirá la síntesis correcta de la melanina y no conseguiremos el moreno deseado.
Lo que sí conseguiremos es una piel seca, deshidratada y envejecida, además de manchas e incluso alergias.
Toma protectores solares orales para un bronceado saludable
Además de las cremas con protección solar, hay ciertos suplementos como vitaminas, antioxidantes y Omega 3, entre otros, que ayudan a la piel a generar la síntesis de la melanina y conseguir un bronceado saludable.
Además, la alimentación también ayuda cuando consumimos ingredientes con licopeno, vitaminas C y E y betacaroteno. Estos se encuentran en los tomates, las zanahorias, las cerezas, los arándanos, el melón, el aguacate, las naranjas o el kiwi, entre otros.
Los ojos y el pelo
El sol no solo afecta a nuestra piel, sino también a nuestros ojos y al pelo. Por ello, es importante que protejamos estas zonas si queremos lograr un bronceado saludable. Un gorro y unas gafas de buena calidad serían suficientes, aunque cuando vayas a tomar el sol durante la media hora que te corresponde recuerda quitarlos para no dejar manchas.
Un tratamiento preventivo
Si queremos que nuestra piel no sufra los estragos del sol, es necesario mantenerla en buen estado antes de exponerla. Para conseguirlo, tienes a tu disposición el tratamiento Endospheres, basado en la Microvibración Compresiva que potencia la actividad celular, le da luminosidad y tersura a la piel.
Es un tratamiento no invasivo que ofrece resultados inmediatos y que consigue que la piel esté completamente regenerada y preparada para la exposición solar. Si lo realizas antes de que lleguen los primeros rayos de sol intensos y lo unes a los consejos que te hemos dado en este post, este verano tendrás un bronceado saludable que te durará más tiempo y con el que no habrás dañado la piel. Además, es un tratamiento 100% no invasivo, por lo que se puede realizar en cualquier estación del año.
No dudes en visitar tu centro Endospheres más cercano, para que el profesional pueda asesorarte en tu caso en concreto.